¿Qué otras agujas y accesorios puedo necesitar a la hora de tejer?
Siguiendo con el tema de las agujas, existen también las de dos puntas, que pueden ser cortas para hacer medias y guantes, o largas para cuando se tienen demasiados puntos en la aguja.
En general se suelen emplear en un juego de 5 agujas y permiten trabajar en redondo.
También cuando se trata de trabajar de ésta manera, se usan las agujas circulares, formadas por dos puntas unidas entre sí por un hilo de nylon.
Dentro de todo buen equipo de tejido, hay accesorios que no deben faltar, aquí les dejo una lista de ellos:
– Una aguja de coser lana puntiaguda para las costuras y otra de punta redondeada, para los bordados y zurcidos.
– Alfileres guardapuntos o sujetapuntos (de gran tamaño) que tienen un cierre y permiten que, en determinadas partes de un diseño, cierta cantidad de puntos queden en suspenso.
– Agujas cortas o auxiliares, que sirven para tener -también en suspenso- una pequeña cantidad de puntos, mientras se realizan puntos en relieve -como trenzas y ochos-.
– Aguja de crochet, que se usará en el caso de tener que tomar los puntos caídos o para rematar bordes.
Menos necesarios pero que -si se tienen- pueden ser de utilidad son:
– Un «cuentavueltas», que es un instrumento que facilita contar el número de vueltas hechas (se coloca en la parte de atrás de la aguja)
– Un protector de puntas, que sirve para que, al dejar la labor en suspenso, los puntos no se salgan de la aguja (además de proteger las puntas de las mismas).
Por supuesto, hay muchos otros (como por ejemplo: anillas para señalar el comienzo y el final de un motivo, pasahilos, para pasar -en el revés del trabajo- las extremidades de la hebra o una devanadora para facilitar el ovillado de la madeja de lana o hilo).
Basta con ver el catálogo de una marca de tejidos importante y se podrá ver la inmensa variedad de accesorios que se ofrecen en la actualidad.
Mi último consejo, es que no olviden tener a mano -también- estos elementos:
centímetro, tijera, calculadora, un cuaderno y una lapicera o lápiz.
En lo personal prefiero anotar brevemente todo lo que voy haciendo, sobre todo en cuanto a números de hileras (lo siento pero reniego del «cuentavueltas»!), para asegurarme de que mi trabajo quede perfecto y de que mi memoria no me falle, cuando retomo un trabajo después de cierto tiempo.
Heredé esta costumbre de mi madre y nunca me ha fallado!!